Época preincaica
Hay evidencias que en Chilca aparecen los primeros agricultores peruanos aproximadamente hace más de 7000 años y existen estudios que confirman que este mismo hombre, remonta su existencia en la zona a más de 10,000 años. El Hombre de Chilca, representa la génesis habitacional en la costa peruana y su tránsito incipiente de cazador a pescador, recolector y finalmente agricultor.
Época incaica
Es la época de mayor apogeo del imperio inca. El ejército del Inca Pachacútec al mando de Tupac Yupanqui incursiona por las zonas aledañas y hacia el valle del Huarco, cuyos guerreros se aprestan a defender las tierras del valle, ante la arremetida de los incas. La defensa duró cuatro años, caracterizándose por una estrategia inca, en donde el hambre y la sed fue el arma acosante para los antiguos cañetanos. La Fortaleza de Ungará significó el último reducto de la resistencia de los habitantes del Huarco, ante el avance conquistador de los incas. Con la caída de la Fortaleza de Ungará y otros lugares de defensa, como Herbay, se inicia el reinado de los incas.
Así, entonces, tras el dominio militar, vino el político, administrativo y económico, social; y en consecuencia los pequeños reinos de Cañete fueron incorporados como una Provincia más del imperio incaico.
Época virreinal
La Villa de Santa María de Cañete, nace a raíz de un mandato real que para concretarse transita por un largo recorrido geográfico y cronológico. En Bruselas, el 10 de agosto de 1555, el Emperador Carlos V de España, eligió y nombró Virrey del Perú a Andrés Hurtado de Mendoza, Marqués de Cañete.
El virrey Hurtado de Mendoza cumplió con la primera parte de la fundación de la Villa de Santa María, recibiendo de paso la orden para que se “haga un buen tratamiento de los naturales ni en sus sementeras y excusar otros inconvenientes”, que día a día se ofrecían, además para que algunos españoles tengan con qué vivir y ocuparse en esta parte del dominio español.
La villa debía ser fundada “con horca, picota e jurisdicción civil y criminal”. Para ello el virrey confió el encargo al capitán Jerónimo de Zurbano. El fundador escogido entendía “este negocio como convenga al servicio de su majestad”; asimismo, el virrey ordenó partir al valle del “Guarco” al mencionado Capitán, llevando consigo una instrucción escrita, la cual debía observarse en el momento de la fundación.
Cultura de nuestros antepasados y huellas que en la actualidad nos enorgullese.
ResponderEliminaresto es la cultura de nuestros antepasados de nuestro país
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